Mas olió el queso del referéndum de autodeterminación y no pudo evitar lanzarse: ¡la mayoría absoluta al alcance de la mano! se debió relamer.
Puigdemont y Junqueras no fantasearon menos con la DUI: ¡seremos héroes para la historia! ¡adelante, compañeros!
Tal es la fuerza de los prejuicios, que contagia hasta a quienes los despliegan.
El PSC aún confía en ordeñar la vaca de la reforma de la Constitución y la nación de naciones; una vez conseguido que el PSOE lo acepte a cambio de apoyo orgánico.
¡Quedaremos como los únicos sanos (no nacionalistas) y a la vez dialogantes (no PP)! ¡Todos nos alabarán!.
¡Y dejaremos a los filonacionalistas de Colau y Podemos con un palmo de narices!.
Cs se mantenía sereno, pero parece que al calor de la DUI no ha podido resistirse al queso de un 155 impetuoso y del esencialismo asociado.
¡Seremos los primeros y pareceremos los líderes! ¡Al fin grandes!
Así que todos se han lanzado hacia fantásticos quesos dejando el equilibrado centro vacío. Rajoy debe pensar, mientras trabaja el Procés como antes trabajó las Cajas, Eléctricas, paro, déficit o crecimiento: ¡Ande yo caliente...!
o quizá aun se sorprenda piense: ¡son como niños! ¡están locos estos romanos!
¿Conclusión? Parece que es difícil no jugar a las trampas cognitivas en política. No verse tentado por el cortoplacismo y la demagogia. Mantenerse frío, bien dirigido y trabajando hacia un fin no es algo obvio.
Lo que no suele plantearse es que estas interesadas distorsiones tienen también coste para quienes las utilizan. Sólo hay que recordar lo ocurrido con CiU tras Mas, los excesos de Zapatero y la posterior aparición de Podemos y caída de PSOE o los riesgos de sorpasso que sufrió el PNV post-Ibarretxe.
Es decir, no se suele valorar que esos juegos cortoplacistas suelen ser a medio plazo trampas en las que acaban atrapados los propios partidos tramposos. Imagino que de ahí que luego suelan tender al extremismo: sólo el control total, a veces incluso la dictadura, sólo eso les permite mantenerse en el poder a medio plazo, ya que no proponen nada práctico. (Un ejemplo extremo el de los conductores al abismo)
Nota - explicación de las trampas, por si no son obvias:
- El referéndum parte de suponer que Cataluña tiene una soberanía que no tiene. Se puede intentar conseguir la soberanía, pero darla por hecho es tramposo.
- La DUI no está trabajada y al alcance de la mano como en todo momento han dicho a sus seguidores. Era un mero señuelo, una fantasía movilizadora.
- La reforma de la CE no arreglaría el problema secesionista, que es de prejuicios no de cuestiones prácticas. Y pretender que se va a proclamar la nación de naciones "cultural" en un libro político como es la Constitución es un engaño obvio, es jugar a la confusión y el doble mensaje. Un mensaje que se interpretará distinto según se hable con nacionalistas o no nacionalistas.
- El 155 se aplicará, pero es un rayo mágico que baste con ser invocado para que el mundo se alinee según la ética. Como todo lo estructural debe ser manejado con cuidado y buscando el máximo consenso. No a toda prisa para demostrar arrojo y pureza ética. Usarlo mal por primar intereses particulares puede hacer que el resultado sea contraproducente, nada menos ético.
Nota: A día de hoy, aunque el PSC sigue desplegando malos mensajes (contrarios a que los jueces apliquen la ley...), el PSOE está comportándose de forma correcta.
ResponderEliminar¡Chapeau!