La actual crisis catalana está sacando a la luz los prejuicios contra las banderas.
Viñeta de El Roto en El País
Un prejuicio que no es sólo español, sino bastante habitual en Occidente.
Un error que quizá se entienda mejor con un símil que afortunadamente está ya muy trabajado: culpar a las banderas de los nacionalismos es como culpar de las violaciones a las minifaldas.
El amor a la patria y sus símbolos es también una pulsión natural. No tiene por qué avergonzarnos ni merece ser criticada. Es más, es útil para mantener la estabilidad de los países, algo de gran valor e importancia.
Y es que no se pueden apartar las emociones de la política; ni es necesario hacerlo. Tan sólo necesitamos entenderlas para gestionarlas higiénicamente, desde el respeto al diferente. (Razón y emoción en política)
Kiko Veneno - Respeto
Intentaré desarrollarlo.
Podríamos definir nacionalismo y patriotismo de la siguiente forma:
- Patriota: aquel que quiere a un país, a su bandera.
- Nacionalista: aquel que tiene prejuicios hacia otros países, que rechaza a otras banderas.
Dos definiciones que no serían excluyentes, por lo que tendríamos los cuatro tipos de sentimientos:
1. patriota nacionalista
2. patriota no nacionalista
3. no patriota nacionalista
4. no patriota no nacionalista
Una clasificación que creo que es real; en mayor o menor grado conozco personas a las que podría asociar a cada uno de los cuatro tipos.
Aprovechando este planteamiento, miremos qué banderas incluye o excluye cada partido y llegaremos fácilmente a la conclusión de que el nacionalismo español, excluyente, no tiene representación parlamentaria. No hay un nacionalismo español digno de ser tenido en consideración. Tanto PP como PSOE o Cs incluyen todas las banderas oficiales, sin prejuicios.
No así los partidos nacionalistas. Y en parte también Podemos, que hace con el populismo algo similar; rechazando el símbolo de España en favor de una bandera republicana que no refleja hoy día realmente una comunidad de personas sino una opción política de izquierda.
Este es, de hecho, el punto en común a día de hoy entre nacionalistas e izquierda. Lo que posibilita la colaboración entre:
- nacionalistas (prejuicio: España = Franco)
- y parte de la izquierda (prejuicio: bandera 🇪🇸 = derecha española = Franco)
Viñeta de Ferreres en El Periódico de Catalunya, medio de referencia del PSC
Así se entiende el verdadero origen del problema Catalán, que no es de amor a la tierra, a las banderas, sino de prejuicios, de falta de respeto al diferente.
Prejuicios anti-España y permisividad con el incumplimiento de la ley, así se ha desarrollado de la emoción nacionalista, sin respeto al resto. Ambos hábitos, prejuicio y permisividad, muy perniciosos.
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Nota: resumen del problema catalán: Es necesaria una "2ª transición" que libere esta vez a los catalanes del nacionalismo obligatorio. Un régimen sostenido por prejuicios anti-🇪🇸 y permisividad legal:
Nota 2: Un recuerdo a ¡Basta Ya! y al Foro de Ermua. Seminales.
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