martes, 31 de octubre de 2017

Elecciones tras la DUI y 155

Antes que nada, agradecer a Rajoy el buen trabajo realizado. 
Tanto en lo referente al objetivo último: abrir ventanas tras décadas de nacionalismo obligatorio.

Como a la ejecución: sabiendo entender la estrategia del contrincante.


Esto ha permitido un gran avance tanto en lo relativo al combate a los prejuicios (victimismo, rechazo a España, fantasías de nación...) como en lo referente a la insana permisividad.

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Entremos de lleno en el siguiente envite: ¿qué pasará si las elecciones del 21-DD las vuelven a ganar los partidos independentistas?

Si ganan las elecciones los nacionalistas... no pasará nada dramático. Sería una pena porque los no nacionalistas, y la sociedad en general, merecen un descanso, una satisfacción y, sobre todo, la regeneración: el fin del nacionalismo obligatorio.





Pero la locura se ha acabado, ya que se basaba en dos elementos:
 - prejuicios frentistas anti-España incontestados, dominantes;
 - permisividad ante el incumplimiento de la ley.

El 155 marca el fin de la permisividad y las dos enormes manifestaciones pro-España y el ridículo de la DUI han roto el hechizo manipulador de los prejuicios. El nacionalismo puede seguir desplegando ideas tóxicas, pero ahora tendrán respuesta. Y no podrá saltarse la ley. Le será mucho más difícil resultar obligatorio.





Aprovecharé para recordar también el relato en su presentación con humor:



¿Qué me gustaría a mí?
Que se pudiese formar un gobierno con Cs-PSOE-PP. Vendría bien que por una vez el gobierno no fuese nacionalista ni filonacionalista... por primera vez tras 40 años. Un gobierno que regenerase de tanto prejuicio. Una alternancia real, no frentista, pero sí real.



Y, puestos a pedir, que subiese el PP. Ya que es la única vía para que se resuelva el problema a largo plazo. Que no sea viable una colaboración de izquierdas y nacionalistas para arrinconar al PP en un territorio que supone el 20% del electorado español, algo demasiado goloso.
 


Por último, ya como sueño... me gustaría que los moderados de Unió y Convergencia formasen un partido moderado que se coaligase o al menos aliase con el PP. Haciendo que el eje principal fuese de izq-dcha, como en el resto de España, como en Europa o EEUU. Que el nacionalismo se volviese patriotismo (cariño a la Senyera) en vez de frentismo (odio a la Española).


 Una fantasía que arrastro desde hace ya tiempo.


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