domingo, 13 de noviembre de 2016

Populismo, democracia directa y destrucción de la democracia


En entradas anteriores hemos visto que:

el Populismo es la transformación de una herramienta, la manipulación emocional, en eje central de la definición política de un partido;


lo hace viable la evolución tecnológica, que permite a los medios de comunicación ejercer una influencia (propaganda) casi ininterrumpida;


se aplica básicamente de tres posibles formas: el populismo de campaña, empleado ocasionalmente para un fin concreto y durante tiempo limitado; el de partido, cuando se convierte en una seña de identidad, una creencia, un movimiento populista; y el patológico, con un líder que cree en ello y arrastra al partido y a la sociedad activamente a la sinrazón;


sus elementos son el cuento básico (con 4 ingredientes: buenos, malos, un mundo ideal y un peligro terrible), la repetición de mantras de alto contenido emocional, el halago y  la distorsión de la realidad que siempre acompaña a la manipulación emocional. Mi propuesta para limitarlo es fomentar hábitos de "higiene emocional".





Sobre esta base me gustaría introducir dos elementos. La relación del populismo con la democracia directa y con la destrucción de la democracia.


Democracia directa: halago y ruptura de los contrapesos

La democracia actual, representativa, es en realidad una partitocracia reglada con contrapesos de poder, respeto a las minorías y control por la opinión pública. 




La democracia directa es una variante puramente teórica, pues no existe ningún país que la practique, que propone adoptar la mayor cantidad posible de decisiones mediante el voto directo de la opinión pública, llegando algunos incluso a afirmar que la única legitimidad real es la que procede de la voluntad popular expresada explícitamente mediante el voto.

Los movimientos populistas suelen gustar de esta idea, y es sencillo entender por qué.

Por un lado, les resulta fácil de encajar en su estrategia. Es un planteamiento que halaga al electorado, y el halago es un recurso habitual de los manipuladores emocionales.


Por otro lado, el populista confía en su capacidad de manipulación social, por lo que ve en la democracia directa una forma de acceder al poder, de superar las leyes y los contrapesos del sistema democrático representativo, que percibe como barreras insuperables levantadas por el sistema. Sólo tiene que invocar la legitimidad de la voluntad popular expresada a través del voto frente a una legalidad artificial levantada para coartar esa voluntad. Una distorsión que todos hemos visto ya plantear por los nacionalismos en España con el supuesto "derecho a decidir". La tan comentada oposición entre legalidad y legitimidad.





La destrucción de la democracia

La democracia ha tardado en llegar. Desde su formulación inicial en la antigua Grecia hasta nuestros días han pasado milenios. Y esto ha sido así porque planteaba básicamente tres problemas:

 - conseguir que los gobernantes elegidos supiesen gobernar (sabios),


 - evitar que todo acabe en manipulación emocional (que sea dominado por los sofistas, diría Platón, por los demagogos),


 - limitar el poder de los gobernantes.


La democracia representativa universal es el gran invento de EE.UU. Un sistema que por fin resolvía satisfactoriamente los tres problemas.

En primer lugar, el de cómo aunar la expertise necesaria para gobernar (conocimientos, experiencia, información y trabajo) con el voto de gente que no sabe de política, es manipulable y no le puede dedicar tiempo. La representatividad resuelve este conflicto: los que gobiernan son profesionales de la política, y los votantes podemos participar controlando y eligiendo entre los distintos profesionales, que en la práctica se agrupan en empresas de gestión del poder, los partidos.


La democracia directa erosiona este principio. Aleja la profesionalidad del gobierno, con la consiguiente ineficacia de gestión y la vulnerabilidad frente a enemigos interiores y exteriores derivada de la facilidad para manipular al país.


El segundo gran problema, el del convertirse en el territorio de los demagogos, pudo resolverse en parte por sí sólo al aumentar el tamaño del país. Es más fácil unificar emociones en una ciudad-estado que en un territorio grande (algo que puede estar cambiando con la evolución de las comunicaciones). El otro gran factor es la temporalidad del líder. Si un gobernante no puede permanecer más de ocho años, su influencia no llega a ser totalmente dominante. No hay tiempo de uniformizar.


Por último el que probablemente es el gran problema de las democracias. La imposible limitación del poder del dirigente. Cómo impedir que se extralimite o se eternice en el poder. Y la solución ha venido por la reglamentación del juego político (subordinación a la ley) y el equilibrio entre poderes como garante de esta subordinación.


Este mecanismo de contención funciona justito. Sólo hay que mirar los problemas padecidos por las minorías en muchos países para entender la importancia de limitar el poder de las mayorías. Sólo hay que mirar a Venezuela, Rusia o Turquía para constatar el peligro derivado de supeditar el imperio de la ley al voto mayoritario popular. La dictadura siempre está en el objetivo de los manipuladores.


Este es en realidad el mayor peligro de los movimientos populistas. Su tendencia a intentar superar los límites de la democracia aprovechando el apoyo popular. Si ya son peligrosos en las democracias representativas, su peligro se multiplica cuando estas se debilitan por la invocación a la democracia directa.


Un verdadero apoyo a la democracia pasa por defender las limitaciones que la hacen viable.


/***/

Nota 2: (23 Nov 2016) La actualidad pasa por la concesión por parte del Congreso del suplicatorio para procesar judicialmente a Francesc Homs, de la antigua CDC, por la consulta ilegal del 9-N. Un acto en el que claramente se incumplió con la legalidad apelando a una supuesta legitimidad popular. No es democracia directa pero se apoya en ese mismo sofisma de fondo: "si democracia es gobierno del pueblo, quien consiga el apoyo del pueblo (legitimidad) podrá saltarse todas las barreras (legalidad)".

Y un detalle vistoso, publicitario. Argumentan (o mejor dicho, etiquetan publicitariamente) quienes se oponen a que se aplique la ley que hacerlo da lugar a una judicialización de la política. Solo por desmontar el eslogan, creo que es obvio que lleva la Política al terreno de la Justicia quien por estrategia política incumple la ley, quien juega la baza de enfrentar su fuerza popular (supuesta legitimidad) a la legalidad. 
Un ejemplo extremo y descarnado de cómo cala en la gente este tipo de argumento, de propaganda, se da cuando los partidarios de unas siglas rechazan que las denuncias de corrupción contra su partido. En el fondo casa con el corazón humano gustar del árbitro sólo cuando pita a favor de nuestro equipo. Apoyar la ley sólo cuando la sentimos favorable. Pero claro, así no habría partido, no es viable la convivencia.
 



 Nota 1: (13 Nov 2011) Un buen artículo de Savater sobre el tema ¡Peligro: democracia!
Es saludable valorar la democracia actual. A veces incluso nos asusta lo rompedora que es ya, lo imprevisible que podemos llegar a ser a la gente.   


7 comentarios:

  1. La alternancia en el poder tenía que estar siempre reflejada en las Constituciones. Si hay listas abiertas hay que limitarla al nombre propio del Presidente y si no las hay a las siglas del Partido. De esa manera se evitaría que aún haciendo leyes que garantizaran su permanencia, ésta no podría ser por ley. Ley que sólo se podría cambiar cada muchos años y por una importante mayoría trás un referendum.

    NO hay que descartar el que el votante se vaya haciendo responsable de su voto y aprenda a votar y a pensárselo dos veces. Ahora, se vote lo que se vote , si la cosa va mal se le echa la culpa al político y de la otra forma serían los culpables los votantes. HAy que fomentar la democracia directa y que el pueblo sea más responsable a la hora de votar. Posiblemente, para que una democracia directa sea más efectiva habría que delimitar el derecho a voto. Un voto más restringido. Sí, tal y como ya aconsejaba Sócrates hace muchos años.

    Es muy triste ver a votantes desproticando de la democracia directa y hablar de políticos profesionales, cuando la cosa debería ser vocacional.
    Todo es un contra Dios. Leo en un blog amigo decir que el TRUMP es un ignorante; cuando hay que ser ignorante para decir que un muchimillonario en USA lo es.

    Fulano de Mileto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Don Fulano de Mileto,

      La ley por si sola no tiene fuerza. Sólo hay que mirar a Cataluña. Un populista se la salta sin complejos apelando a la legitimidad del voto directo. (derecho a decidir... lo que le conviniese al dirigente que se cuestione si consigue apoyo en voto)

      Confiar en la responsabilidad del votante... buf... como individuos o grupos somos responsables pero tengo serias dudas de que como sociedad hayamos dado muestras de ser capaces de serlo. No creo mucho en ello a corto plazo salvo que nos organizásemos en grupos muy pequeños. No, al menos yo no le veo futuro a corto plazo.

      Y sí creo en la democracia representativa y los políticos profesionales. Entiendo que no me quita sino que me aporta. Como no me disminuye el utilizar médicos profesionales en vez de automedicarme. O cualquier otra profesión. Organizar lo público es algo tan serio e importante como cualquier otra función y lo suyo es que se haga con preparación y dedicación.

      Eliminar
  2. ¿que se haga con preparación y dedicación?

    VEREMOS ANTES AL CAMELLO Y LA CAMELLA, PASAR JUNTOS POR EL OJO DE LA AGUJA

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo sí creo que nuestros políticos muestran dedicación y preparación suficiente. Si acaso lo que les falta a menudo es que sus intereses particulares y de partido se alineen con los generales.

      Y esa dedicación nunca la podrá tener la ciudadanía de forma general, que bastante suele tener con atender a su familia, trabajo y ocio. Eso si les llega a interesar los temas de la política.

      Un saludo,

      Eliminar
  3. Concuerdo en buena parte con este artículo y hay algunas expresiones que me han resultado bastante clarificadoras de cosas que vislumbraba pero no podía verbalizar.

    Escribo esto para aportar una idea: si bien comentas muy bien los problemas de la democracia y las ventajas de la democracia representativa, creo que hay una propuesta de democracia que aprovecharía las formas de comunicación actuales para tener más influencia del voto del ciudadano sin llegar a ser una democracia directa.

    Esta iniciativa se llama Democracia 4.0 y, en un brevísimo resumen, consiste en mantener el sistema actual de partidos pero con la posibilidad de intervenir directamente en el congreso y recuperar el voto con mi DNIe si lo deseo.

    Para que valore la idea antes de contestarme le recomiendo este enlace (la clave está en el segundo párrafo) https://es.wikipedia.org/wiki/Democracia_l%C3%ADquida#Democracia_4.0

    Sería una posibilidad de limitar el poder de los partidos, pues actualmente se toman la mayoría absoluta como un cheque en blanco de 4 años y se cometen muchas tropelías a base de decreto ley.

    Muchas gracias.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola,

      Lo leeré antes de contestar ;-)

      Pero aviso, de momento mis precauciones andan más enfocadas en los riesgos del polpulismo.

      Emociologías
      http://pajobvios.blogspot.com.es/2016/12/emociologias.html

      Pero intentaré leer con mente abierta sobre la democracia_4.0

      Gracias a usted por visitar mi "nave" ;-)

      Eliminar
    2. Hola Jesús,

      Ya he revisado lo que indicabas sobre la democracia 4.0.
      Es interesante pero no coincido realmente.

      Parte de una premisa que no comparto: DRY - "La plataforma considera que los ciudadanos no están representados ni son escuchados por los políticos actuales, y exige un cambio de rumbo en la política social y económica que ha llevado a numerosas personas al paro y a la precariedad, dentro del contexto de la crisis económica de 2008-2011"

      Yo creo que el problema fue de exceso de demagogia por parte de Zapatero, no de carencias de representación.
      Blog "Pajas y obviedades - "15-M: Al juego se le ven las costuras"
      http://pajobvios.blogspot.fr/2014/02/15-m-al-juego-se-le-ven-las-costuras.html

      Proviene de un exceso de emociología (ver link del comentario anterior)

      Y la solución me parece original pero poco práctica. Tan solo produciría efecto en situaciones de alta tensión social... es decir, justo cuando la sociedad sufre excesos de manipulación. Justo cuando conviene evitar comenter errores, cuando tocaría calmar los ánimos.
      Es decir, no fomentaría la participación responsable y laboriosa sino la inestabilidad en momentos de exaltación.

      Pero muchas gracias, ha sido muy interesante, no lo había leído antes.

      Un saludo,

      Eliminar