Se ha hablado y temido mucho en los últimos años el famoso gobierno Frankenstein. Un gobierno liderado por el PSOE pero que incorporase a Podemos y los partidos independentistas.
Se temía un gobierno ineficaz, desnortado, y plagado de estrategias autodestructivas. Un gobierno compuesto de demagogia cortoplacista, populismo de izquierdas y nacionalismo cizañero.
Y parece que no. Que el PSOE ha evitado el abismo. Ha sabido mantener su ser y llegar al poder sin ataduras que le hiciesen caer.
Así que... habrá que esperar a ver.
Habrá que tener cuidado con las cesiones filonacionalistas, con la aceptación del yugo de las lenguas locales y la injusticia de la equidistancia, con las ineficacia económica, con los excesos de la corrección política, con el engaño socialdemócrata de la fantasía y el buenismo...
Habrá que tener cuidado porque, aunque no sea Frankenstein, tampoco es Atticus Finch. Es más bien un político clásico. Un Mr. Hide, que intriga ocultando sus intenciones... y que siempre corremos peligro de que se cargue algo importante (Dr. Jekill, yo mato)
Se temía un gobierno ineficaz, desnortado, y plagado de estrategias autodestructivas. Un gobierno compuesto de demagogia cortoplacista, populismo de izquierdas y nacionalismo cizañero.
Y parece que no. Que el PSOE ha evitado el abismo. Ha sabido mantener su ser y llegar al poder sin ataduras que le hiciesen caer.
Así que... habrá que esperar a ver.
Habrá que tener cuidado con las cesiones filonacionalistas, con la aceptación del yugo de las lenguas locales y la injusticia de la equidistancia, con las ineficacia económica, con los excesos de la corrección política, con el engaño socialdemócrata de la fantasía y el buenismo...
Habrá que tener cuidado porque, aunque no sea Frankenstein, tampoco es Atticus Finch. Es más bien un político clásico. Un Mr. Hide, que intriga ocultando sus intenciones... y que siempre corremos peligro de que se cargue algo importante (Dr. Jekill, yo mato)
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