miércoles, 19 de febrero de 2014

Izquierda y nacionalismo: Rebeldes sin causa

Spike Lee sugiere en sus películas que la mejor manera de que alguien, perteneciente a un grupo social problemático, tenga una vida de marginado es que se considere marginado. Si no te consideras normal y luchas como cualquier otro por salir adelante, acabas arrinconado. Él lo aplica a la población negra en EEUU, pero vale para cualquier grupo social.

En este entorno los salvadores son peligrosos. Puesto que necesitan el grupo marginado al que salvar. Y pululan entre la gente explicándoles lo mal tratados que están, incitándoles a la indignación y a la reacción. Condenándoles a un futuro de rechazo más o menos activo a la marginación… desde la marginación, desistiendo de la lucha por la propia prosperidad.



En la política española creo que sabemos de eso. Sin poblaciones realmente marginadas pero con dos ideologías basadas en la reacción frente a la opresión, frente al agravio.


El nacionalismo, con su origen tan bien descrito por Jon Juaristi en "El bucle melancólico". El miedo y rechazo al inmigrante, por sus maneras distintas, y al mundo moderno industrial, en el que la posición social cambia de forma desconcertante. 


Y el socialismo. La revolución de la clase obrera oprimida, explotada.




El problema funcional de estas ideologías es que a día de hoy no hay manera de encontrar la opresión ni el agravio. Los localismos no es que no sean despreciados, es que están sobrerrepresentados. Y la sociedad española, en general, ha pasado de las películas del pueblo, la chacha y la emigración, a una vida con turismo, ocio e inmigración propios del primer mundo europeo (sí, a grandes rasgos y sin olvidar ni la dura crisis económica actual ni las diferencias sociales).
Este problema funcional de las ideologías dio lugar a que en España se acuñase una frase paradójica: "contra Franco se vivía mejor". Franco representaba la opresión en un mundo que, tras la segunda guerra mundial, dejaba atrás los paradigmas de nacionalismos e izquierdas. Contra Franco la rebelión seguía teniendo causa.


Solo hay que pasear un rato por las webs de zonas con nacionalismo para comprobar que están en lucha contra… ¡Franco!.  ¿Es creíble? Cuesta creerlo, sí, pero así es. Y normalmente, en esas zonas, la denuncia es compartida por los medios de Izquierda (a quien lo dude le sugiero ojear las viñetas de El Periódico de Cayalunya). Si no eres nacionalista o de izquierdas... ¡facha! ¡franquista!.
 

En las zonas sin nacionalismos la Izquierda también se encarga de mantener viva la memoria (anti)franquista. Pero al menos ahí se la reconoce como Memoria Histórica, no cosa del presente.  
La rebelión de la Izquierda es contra el rico. Si se pasea por los periódicos afines, lo habitual es encontrar viñetas en las que los ricos aparecen como inmensos gordos opulentos que aplastan a la gente normal. Mientras sus descendientes, pijos descerebrados con cabelleras onduladas, pasean dominantes robando a diestro y siniestro. 
Y sí, no importa que el periódico pertenezca a las personas más ricas del país o que sus directores tengan indemnizaciones por despido desorbitadas.
Recuerdo un libro sobre las marcas y la publicidad, escrito claramente por un no creyente, en el que se afirmaba que no hay nada más eficaz para la publicidad que conseguir desterrar el análisis racional. El "Dios es uno y tres" era considerado el paradigma de la propaganda. Si consigues que se acepte eso la puerta está abierta, todo entrará ya sin el filtro de la razón.



¿Conclusión?

Que tenemos algunos partidos dedicando una parte importante de su estrategia a sembrar sentimientos de agravio para poder presentarse a si mismos como salvadores. Quedando lo que debería ser central en ellos, la gestión, como secundario. 

Tiñendo de enfrentamiento incluso sus mejores acciones. Un ejemplo, el matrimonio homosexual. Una buena ley que vio la luz acompañada de una asfixiante denuncia de homofobia hacia la derecha (que, la verdad, imagino que tendrá tantos homosexuales como la izquierda). 


Pero quien ejerce de rebelde precisa una causa, un malo, y eso le obliga a servir el plato de cizaña. La propaganda se convierte en valor central. Cuantas veces habré oído el dicho ¡Qué mal comunica la Derecha! o el otro dicho ¡Que mal gestiona la Izquierda! Debe ser lo que llaman especialización. A ver cuando pasamos esta página de nuestra historia.




P.S.: También existe un discurso mediático básicamente propagandístico en el entorno de la Derecha. Pero en este caso está más asociado a los Medios de Comunicación que a un partido político. Aunque el PP se pueda beneficiar de él y favorecer a medios que lo propaguen. Es un discurso de tipo predicador. Lleno de acusaciones de culpa y de profecías catastróficas. El principal representante podría ser Federico Jiménez Losantos. Y sí, he visto a gente realmente indignada y angustiada por sus discursos. Otros sembradores de malestar social.


P.S.2: Leo hoy en El Mundo a Casimiro García-Abadillo (http://www.elmundo.es/opinion/2014/09/13/54149088ca474170258b4582.html) algo que creo retrata a estos rebeldes sin causa. Dice sobre el proceso independentista de Cataluña que está delimitado por dos coordenadas aceptadas tanto por CiU como por el PSC:

1ª/ Dado que Cataluña es una comunidad rica (en relación a la media española), con la independencia se vivirá mejor.

2ª/ La democracia está por encima de las leyes.  

La primera primera abiertamente contraria a un principio tan esencial al socialismo como es la solidaridad.
La segunda contraria a un principio esencial para un partido conservador, el predominio de la ley como garantía de equilibrio y estabilidad.

Quienes no tienen una posición sólida que defender se vuelven peligrosos. No tienen nada que perder.

2 comentarios:

  1. la izquierda siempre necesita algo contra lo que luchar , y digo luchar con la vertiente violenta del asunto.
    Se les llena la boca con el estado del bienestar, los beneficios sociales, pero luego todo eso hay que pagarlo, y ellos tienen y quieren barra libre .
    respecto a lo que dice al final, de la derecha, lo grave es que encima algunos medios de la derecha tiene que justificarse, dando palos de vez en cuando a la misma derecha, en vez de centrarse en el verdadero enemigo.
    saludos de nuevo

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  2. Leo una entrevista a Cay Lara, coordinador de IU.
    http://politica.elpais.com/politica/2014/12/29/actualidad/1419887963_539176.html

    Creo que está bien que reconozca el valor y legitimidad de la Constitución. Hacer pedagogía explicando que no fue ninguna imposición franquista como algunos parecen pretender ahora.

    Pero me resulta absurda esa auto-definición de IU como anti-PP. Imagino que así creen que así estigmatizan al PP pero en realidad se vuelven una caricatura ellos mismos.
    El PP es el vecino del al lado, no un enemigo al que derrotar. Eso es propaganda barata. España, como cualquier sociedad, se debe hacer de la convivencia y colaboración entre todos. Con tensiones, claro, pero sin negar al otro.

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