Artur Mas ha arrastrado a CiU hacia el radicalismo, repitiendo los mantras del independentismo de ERC y la CUP y acompañándolos en las instituciones.
Sánchez está haciendo lo mismo con la izquierda radical. No es cosa nueva, el PSOE lleva muchos años yendo retóricamente de la mano de IU, como ahora de Podemos, aunque su praxis de gobierno fuera moderada. "Los ricos nos roban" no es muy distinto del "España nos roba".
El PP nunca ha jugado este juego. No ha dado ninguna chancha a partidos de derecha radical. Por eso no existen en la práctica, no llegan a los parlamentos.
¿Qué efecto ha tenido el gobierno de Rajoy?
Rajoy ha enfrentado a Mas a su realidad, al no aceptar enjuagues y tejemanejes que permitiesen a CiU jugar al doble juego de radical para unos y negociador con sentido de Estado para otros. Ahora sólo es un partido radical más. ERC se lo está comiendo y la sociedad le dará la espalda.
Con Sánchez ha hecho lo mismo, y tarde o temprano, el PSOE tendrá que decidirse. O radical de la mano de Podemos, que en su terreno se lo comerá también, o socialdemócrata de verdad y, por tanto, contrario a los radicalismos y las fantasías populistas.
Es el espejo de Rajoy. Un espejo duro que desnuda y obliga a elegir.
El PNV es la prueba de la bondad de esta estrategia. El espejo no distorsiona, muestra lo que hay: si Urkullu no juega al doble lenguaje, no aparece HB en su reflejo.
Esto también es regenerar y renovar el sistema.
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