martes, 15 de mayo de 2018

Lenguas locales


El pensamiento liberal, ante la capacidad de movilización política de las religiones, optó por la libertad de culto: La defensa del derecho a la libertad de creencia personal y a la vez la precaución frente a su imposición.

Respecto de las ideologías hizo otro tanto.

Quizá hoy falte un paso más.




Las emociologías son formas de manipulación social que buscan diferenciar grupos sociales y enfrentarlos. Consiguiendo de esta forma la cohesión de un grupo al que liderar.




Y utilizan muy a menudo la confusión entre derechos individuales y supuestos derechos grupales para justificar el fomentar estas separaciones.

 




Siendo esto así, y vista la clara utilidad política de las lenguas.

¿No deberíamos plantearnos la necesidad de una higiene lingüística?
¿Qué hace el Estado fomentando e incluso imponiendo lenguas de obvia utilidad partidista? 


¿No sería más lógico que las Administraciones Públicas tratasen las lenguas locales como tratan, por ejemplo, la religión?
Se dan facilidades, en lo posible y cuando haya demanda, pero no se promocionan ni, mucho menos, se imponen o manejan como requisito.

Datos de los barómetros del Centre d’Estudis d’Opinió (Generalidad de Cataluña) después de cada convocatoria electoral al Parlament: Oriol Bartomeus: Sigue Cataluña siendo “un sol poble”? 

 El babel de lenguas como emociologia





Un ejemplo práctico: yo soy de Bilbao, y de pequeño no conocí a ningún vascoparlante. Ninguno, se dice pronto. Ni en el cole, ni familia... Y hoy es obligado. 
Es decir, forzar el aprendizaje del euskera no buscaba cubrir ninguna necesidad social o eliminar diferencias. Todo lo contrario. El objetivo era político, emociológico: establecer diferencias entre la población del País Vasco y la del resto de España.

Un día se lo expliqué a un estadounidense que veía con romanticismo los nacionalismos europeos y yo mismo lo entendí mejor: imagina que un partido político de Arizona decide que la lengua propia no es el inglés sino el apache. Eso han hecho aquí. 



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P.D.1: (2 enero 2018) Una idea interesante, leída a Félix Ovejero: "La deriva reaccionaria de la izquierda".

La hipótesis de Sapit-Whorf, según la cual las diferentes lenguas implicarían distintas maneras de conocer la realidad. Una hipótesis que luego se descartó, pero que está en la base de una cadena de implicaciones falsas muy del gusto del nacionalismo:
Lengua -> cultura -> identidad -> nación -> soberanía

Mi lengua hace que mi cultura sea distinta. Eso da lugar una identidad distinta que justifica considerar al colectivo como nación. Y todos aquellos que puedan ser considerados nación tienen derecho a su autodeterminación, a una soberanía.

¿La realidad? Ni un idioma es una cultura, la cultura es mucho más.
Ni esta da lugar a una identidad, ya que esa es una idea que supone tratar a los grupos como si fuesen individuos. Y no lo son.
Ni una supuesta identidad daría lugar a una nación, un término que tanto puede referir a una grupo con algunos elementos en común (historia, religión, elementos culturales...) como a un país.
Ni el término nación, polisémico como hemos visto, implica necesariamente soberanía. Sólo lo haría cuando fuese un pleonasmo: El término nación sólo implica soberanía cuando se refiere a Estado soberano.

4 comentarios:

  1. Me parece un análisis muy acertado de la evolución de los métodos de control social del pensamiento. ¿Es tuyo ese concepto de emociología? Es magnífico. Yo llevo pensando y diciendo algo semejante hace años. No sé si conoces a Yuval Noah Harari y sus obras. En la primera (De animales a dioses. Breve historia de la humanidad) presenta una perspectiva semejante, incluyendo como ideologías similares a la religión, al comunismo, el liberalismo, y el nacionalismo. Con tu concepto de emociología se simplificaría y categorizaría perfectamente ese fenómeno cultural.

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    1. Gracias, me alegra que le haya gustado.

      No conozco a Yuval Noah Harari, pero lo miraré.

      Y sí, lo de las emociologías es un concepto mío. Y justo busca eso. Ser un enfoque permita modelar la realidad y simplifique el análisis.

      Yo también me llevo años dando vueltas a la política, hasta que se me ocurrió. Y luego siempre sigo ya este enfoque. Me ha resultado tan útil al usarlo en mis análisis que hasta lo he desarrollado en un libro y tengo ya ideas para una segunda versión. Da mucho de si, todo lo de siempre se puede mirar de una forma distinta.

      Por si tiene más curiosidad:

      Emociologías, las ideologías de los sentimientos
      http://pajobvios.blogspot.fr/2018/04/emociologias-las-ideologias-de-los.html

      Emociologías, un enfoque cognitivo de la vida política en democracia
      http://pajobvios.blogspot.fr/2016/12/emociologias-el-libro.html

      Lo dicho, encantado de encontrar a alguien a quien también le cautive, o al menos guste, la idea.

      Un saludo,

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  2. Muy interesante blog, quizás discutible la diferenciación ideologia-emocionologia, si la ideologia, como suele ser, se basa en un mito o no, es la cuestión, sería emocionología, coincido en casi todo.Releeré a Manenheim sobre ideología recuerdo que algo me suena. Me parece que estamos en un tiempo de emociones, multiculturalismos, feminismos radicales...y la razón cada vez vende menos en una sociedad inmediatista que ya cree poco en el progreso como sociedad (utopias) y está sometda a un cambio humano y tecnológico acelerado.

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  3. Gracias,

    Para mi es una cuestión de qué predomina. Si predomina la fe, religión. Si predomina la razón, ideología. Si predomina la emoción, emociología.

    Aunque siempre haya una parte de cada.

    Emociologías, un enfoque cognitivo de la vida política en democracia
    http://pajobvios.blogspot.fr/2016/12/emociologias-el-libro.html

    Y ya que habla del multiculturalismo...

    "La intolerancia del multiculturalismo"
    http://pajobvios.blogspot.fr/2015/11/la-intolerancia-del-multiculturalismo.html

    Un saludo,

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