Los españoles vivimos con Franco un mundo cerrado y protegido, con mucha religión y mucha
hipocresía. El discurso era único, sin tensiones, y la corrupción cotidiana; como corresponde a los sistemas cerrados, a las dictaduras. Recuerdo a
gente de la época refiriéndose al ayuntamiento como el "hay
untamiento" mientras movían la mano como quien extiende la mantequilla sobre el
pan.
De Suárez y Calvo Sotelo recuerdo poco, fueron transición. Con Felipe González llegaron cosas buenas: una democracia que se asentaba, Europa,
prosperidad, libertades... Pero también se inició una demagogia fuerte de buenos y malos y la erosión partidista de la separación de poderes. La
demagogia tuvo su máxima expresión en el crecimiento de los nacionalismos y
el mantenimiento de ETA. El Gobierno de Felipe González se
permitió hasta montar una organización criminal parapolicial para evitar
combatir a ETA desde la faceta ideológica. "No te equivoques, Nicolás, nuestros amigos son los del PNV" llegó a decir años después. Ante todo la derecha no debía resultar
aceptable y los nacionalistas eran compañeros en esa estrategia.
Y la corrupción
no fue a menos. Al revés al menos en cantidad, con la prosperidad cada vez había más dinero, más
botín a saquear.
Aznar fue un
movimiento pendular, de reafirmación para una derecha satanizada como
franquista. Se podría decir que con él la derecha salió del armario, volvía a ser aceptable. Se abrió la puerta a un gran crecimiento económico y a la denuncia de un nacionalismo que se había vuelto obligatorio, que había llegado a degradarse por los años sin oposición crítica hasta el punto de arrinconar a las víctimas del terrorismo y exaltar como héroes a los criminales. Una revolución en su momento, incluso hubo que recuperar el uso de la propia bandera de España.
Pero cometió un
error importante. Desplegó una demagogia similar a la
anterior pero de sentido contrario. Movilizó a la gente no solo contra ETA
sino contra todo el nacionalismo y la izquierda, algo tan excesivo como el anterior discurso de Felipe contra toda la derecha. Digamos que siguió la estrategia
de Pedro J. Ramírez de buscar el punto medio en el enfrentamiento de
distorsiones opuestas. Algo desagradable que radicalizó y enfrentó a la sociedad.
El Pacto antiterrorista ofrecido por Zapatero fue un cebo en este sentido. Y Aznar mordió el anzuelo. Zapatero nunca pretendió hacer efectivo el pacto, tan solo buscaba la radicalización del PP, que extendiese su rechazo a todos los demás volviéndose esencialista. Ya no se rechazaría a ETA sino a todo aquel que tuviese algo que ver con ETA. Esto facilitó la estrategia de Zapatero de "todos contra el PP".
El 11-M fue el espejo en el que más duramente se reflejó esa España, encizañada y disfuncional.
El Pacto antiterrorista ofrecido por Zapatero fue un cebo en este sentido. Y Aznar mordió el anzuelo. Zapatero nunca pretendió hacer efectivo el pacto, tan solo buscaba la radicalización del PP, que extendiese su rechazo a todos los demás volviéndose esencialista. Ya no se rechazaría a ETA sino a todo aquel que tuviese algo que ver con ETA. Esto facilitó la estrategia de Zapatero de "todos contra el PP".
El 11-M fue el espejo en el que más duramente se reflejó esa España, encizañada y disfuncional.
¿Y la corrupción?
Esa seguía por ahí. Como una realidad paralela acompañando a los
políticos de todo signo y a su entorno. Y el botín seguía
creciendo con el boom inmobiliario.
Zapatero fue un
desmadre. La demagogia despegó de la realidad para volar sola. Resultó que a
los españoles lo que nos importaba era la Guerra Civil y no sé qué más banderines populistas. Enquistó a la sociedad con sus pequeñas maldades y la desorientó
con fantasías buenistas. Descentró a izquierdas, derechas y nacionalistas, a
todos.
Y no hubo Institución, entidad o regla que respetase (TC, Fiscalía, Estatutos, TVs, Telefónica, Endesa...)
Por no dejar sin resaltar también lo bueno, desarrolló algunas medidas sociales necesarias, como el matrimonio homosexual.
Y no hubo Institución, entidad o regla que respetase (TC, Fiscalía, Estatutos, TVs, Telefónica, Endesa...)
Por no dejar sin resaltar también lo bueno, desarrolló algunas medidas sociales necesarias, como el matrimonio homosexual.
¿Y la corrupción? Creo que empezó a mirarse con atención. No por limpieza sino
para utilizarla industrialmente como una baza contra el partido contrincante
(lo de Juan Guerra quedaría pequeño en comparación)
Y así hemos
llegado al día de hoy, a Rajoy, el mejor político hasta la fecha a mi modo imprudente de ver las cosas, que siempre tiene su peligro alabar a un vivo. El primero
que no cultiva la demagogia populista, ni anti-izquierda, ni anti-nacionalista, ni
anti-derecha ¡impresionante!. El primero que gobierna gobernando, no en permanente
campaña de propaganda de distorsión partidista.
Y en ese vacío gubernamental resuenan los coletazos de décadas de propaganda demagógica. Es cierto que las aguas parecen revueltas y habrá quien diga que un bote no es manejable sin una mínima corriente de fondo, sin un discurso ideológico que aúne y movilice a la mayoría, lo que algunos llaman "hacer política". Ya se verá, pero entremedias yo disfruto del silencio. Un silencio que permite escuchar el delicado sonido de los engranajes de la democracia, la ley, la separación de poderes, los derechos individuales... ¿podría esa música suave ser nuestra corriente de fondo a largo plazo?
¿Y la corrupción? Parece que por primera vez se persigue sin miramientos partidistas ni apaños, en manos de Policía y Justicia. Caen como moscas...
¿Mi conclusión?
¿Y la corrupción? Parece que por primera vez se persigue sin miramientos partidistas ni apaños, en manos de Policía y Justicia. Caen como moscas...
¿Mi conclusión?
El nacionalismo
mueve masas en Cataluña al grito de mejor pobres y fuera de Europa que...
respetar y aceptar que mi vecino del cuarto se sienta español y no por ello sea peor que yo... ni siquiera yo mejor que él.
A
la izquierda le
ha salido una gemación en Podemos que va igual de desmadrada que CiU. Si
los nacionalistas pretenden inventar un país para volver a estar donde ya están, en
Europa, Podemos nos vende reinventar una democracia que funciona para
crearla
de nuevas contra los ricos y los poderes existentes, como si eso fuese un
programa o un
plan de acción con algún sentido y viabilidad práctica.
Y en alguna
derecha se canta lo de que a la izquierda y al nacionalismo ni agua, como si en
el esencialismo estuviese la única virtud posible. El acuerdo, la moderación, la posposición táctica o
la transacción parecen consideradas máculas. Como si la moral propia fuese un plan de acción concreto y no una brújula de objetivos.
Es innegable que esto está caótico a día de hoy, pero a cambio se ven bien a las bases del sistema, el PP de Rajoy y el PSOE de Susana Díaz (a Pedro Sánchez le veo vacuo, la verdad, no le adivino estrategia, lo que es el mayor riesgo)
Es innegable que esto está caótico a día de hoy, pero a cambio se ven bien a las bases del sistema, el PP de Rajoy y el PSOE de Susana Díaz (a Pedro Sánchez le veo vacuo, la verdad, no le adivino estrategia, lo que es el mayor riesgo)
Es decir, sería la
primera época en que se limita la demagogia, se afianzan las instituciones y se persigue la corrupción sin obstáculos.
No
está tan mal. Hasta tendríamos por primera vez una ley de educación hecha por
un gobierno que no cultiva la demagogia (espero y deseo que haya sido creada
desde ese espíritu, no la conozco en realidad)
¿Una apuesta?
Podemos no creo
que triunfe. Es demasiado absurdo y esto no es Venezuela. Allí había una enorme
población muy pobre y maltratada que aupó el populismo de Chavez. Eso no existe
aquí.
Nacionalismo. Creo que se irá pasando gracias a que no se les hace el juego desde el Gobierno y los partidos no nacionalistas. Bajando el suflé, el radicalismo, no desapareciendo la ideología, como pasó con el PNV tras el Plan Ibarretxe. La película de los apellidos vascos es un buen reflejo de lo que serían esos tiempos.
La derecha se moderará. Yo diría que en este caso el origen está en los Medios de Comunicación, no en la ciudadanía ni en ningún partido. Ya se les pasará pero es cierto que pueden hacer que el PP no repita gobierno, no sería la primera vez.
Nacionalismo. Creo que se irá pasando gracias a que no se les hace el juego desde el Gobierno y los partidos no nacionalistas. Bajando el suflé, el radicalismo, no desapareciendo la ideología, como pasó con el PNV tras el Plan Ibarretxe. La película de los apellidos vascos es un buen reflejo de lo que serían esos tiempos.
La derecha se moderará. Yo diría que en este caso el origen está en los Medios de Comunicación, no en la ciudadanía ni en ningún partido. Ya se les pasará pero es cierto que pueden hacer que el PP no repita gobierno, no sería la primera vez.
Corrupción. Está bien que se haya empezado a limpiar. No creo que estemos en la fase más corrupta e inmoral sino en lo contrario, en fase de limpieza. Al fin parece que se agarra a ese toro y la gente pide responsabilidades. Hay mucho camino que recorrer aún.
¿Todo puede salir mal? Pues sí, eso siempre. Pero no veo necesario seguir el juego a las profecías radicales ni de Mas ni de Podemos ni de los Losantos. No me creo ninguna de ellas.
Hay una regla que suele cumplirse. Cuando alguien politiza masivamente la vida de la gente y nos moviliza a unos contra otros… es que está jugando con la gente. Hay que protegerse de ellos y no creerse mucho sus fantasías, miedos o agravios.
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P.S.1: En los discursos sobre el populismo en Latinoamérica de Gloria Álvarez o Florentino Portero que enlacé en Blog "Pajas y obviedades - Podemos. Función e higiene" se resalta que el populismo no solo utiliza una demagogia que confunde a la gente apelando a sus sentimientos en vez de la razón. Excitando e intoxicando a la sociedad. Sino que además van socavando las instituciones, destruyéndolas o convirtiéndolas en extensiones del poder partidista.
Creo que eso también ha acompañado en cierta medida a la demagogia en España. Desde el "Montesquieu ha muerto" de Guerra hasta el "¿Y esto lo sabe el fiscal general?" de Otegi.
Y también vale para todos, derecha, izquierdas y nacionalistas y para todas las instituciones del Estado y entes públicos en general. Desde las de más alto poder como el TC o la Fiscalía... hasta las más cotidianas como la Educación o los Medios de Comunicación Públicos.
Bien estaría que igual que se afea el uso personal o partidista del dinero público se hiciese lo mismo con el uso personal o partidista del poder y medios públicos.