sábado, 28 de diciembre de 2019

Manipulación emocional y coacción física

(en construcción)

La manipulación emocional tiene muchas similitudes con la coacción física.

Ambas son utilizadas para manejar a los individuos y sociedades en contra de su voluntad. Y es habitual que quienes se ven sometidos a manipulación emocional acaben sufriendo coacción física. Véase Venezuela, donde el populismo (manipulación emocional) y ha derivado en dictadura (coacción física).


En las democracias, el estado de derecho nos protege ya de la coacción física. Pero, hasta que esto se logró, no era infrecuente que hubiese quienes culpasen de la violencia a quienes la padecían. Por no ser lo suficientemente fuertes para enfrentarse a los agresores. Y no era inusual considerar exigible una suerte de vigor y mentalidad marcial.

Con la manipulación emocional ocurre algo similar hoy día. No es raro que se acuse a las sociedades que lo padecen de debilidad intelectual. De dejarse manipular. Y se recomienda más educación... ¡Vamos, que si te manipulan es porque no te lo has currado!

Yo creo que esto es parte de las trampas de los manipuladores. Que siempre buscan imponer sus maneras como las vigentes y que no se centre la atención en sus intrigas. Es una idea distorsionada que nos lleva a no buscar las soluciones donde algún día estarán: en mecanismos sociales que protejan de la manipulación emocional como hoy protegen de la coacción física.

Eso es lo que nos falta desarrollar. Y por eso es tan importante estudiar la relación entre las emociones y la política.

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